15/09/20

 Fuego, 

en las yemas de los dedos algo así como fuego,

una puerta, una posibilidad, una luz de rendija escondida. Las mejores.

Un compartir de sueño, breve y efímero,

una cerilla que se consume,

la nostalgia del olor del fósforo quemado que permanece en una estrenada oscuridad.

En tu hueso mi piel de cera, formando carne consistente para alimentar un deseo, una esperanza. En mi piel un hueso agudo que desgarra una realidad que no veo, que de nuevo invento, que jamás me quitaré.

Fuego como un deseo lento e inesperado, como ansia de arder. 

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