Éxito

Crece, digo, crece. No vas lo suficientemente rápido ni profundo ni oscuro ni transparente ni paciente ni abismal.

Crece, te grito.

Quiero el éxito de un hombre, quiero esa templanza en mi sien, como si hasta el vello débil de mi frente dijera y armara transcendencias.
Quiero el éxito de un hombre pero soy mujer. Quién me lo iba a decir, hace quince años, a mí, que me atravesaría un género que no me nombra, y que me vende sin mi consentimiento.
Quiero el éxito de un hombre pero fui y soy objeto. Opaco, brillante, desde fuera hecho.

Quiero éxitos y cosecho, ineludibles, penas pintarrajeadas, que no quieren concordar con una experiencia privilegiada. Y una subjetividad despreciable. Y una una interacción castrada. Y una pertenencia al vacío, abstraída, como una bandeja de corcho repleta de carne, rodeada de plástico, y el mundo ahí fuera, que ni me huele ni me sabe ni lo sé.

ALGUIEN: Quiero ser... alguien.
EL ESPEJO: Pero... Ya lo eres.
ALGUIEN: Necesito, entonces, ser alguien.
EL ESPEJO: ¿No me escuchas?. Existes, eres.
ALGUIEN: NECESITO SER ALGUIEN.
EL ESPEJO: Idiota y engreída. YA LO ERES.
ALGUIEN: Entonces necesito, al menos, sentirlo un poquino.

Comentarios

Entradas populares