El horóscopo, o los dados, o dios, o frases inconexas.

Todo el tema de todo lo sentido.
Apenas recuerdo ya lo que me decía.

Estúpida, insuficiente. Nunca a la altura. 

Paciencia. La pierdo conmigo y, por tanto, con todos los demás. No hay suficiente paciencia.
¿Y las pilas? Recargarlas,  y no sé cómo.

Rutina: comer bien, ejercicio, agua fría en las piernas y en las tetas, compasión.

¿Y Dios?, ¿cómo pensaba yo que esto me iba a llevar a esta pregunta?, ¿y el espíritu?
No hay Padre: soy yo.

No es por lenta, no es por tonta. 
Por egoísta, por toxicidad, viralidad, absorción, contagio. 
Es por llamar la atención, es por no hacerlo lo suficiente. 
Es por sentirme un juguete 
y pensar que 
puede que esté jugando.


Dios no hizo nada. Dios, igual, se sentó a mirar.

Y Dios ni tenía nombre, ni cara, ni manos. 

Por dios, que Dios no tenga manos.


La gente ni puta idea tiene de lo que habla: de la pureza y los sacrificios, de la culpa y la redención. Si dios quiere, querrá vida y que se sustente.
Y el cielo es la tierra, y el infierno también.
Y la gente no tiene ni puta idea.

¿Y las personas...?


Rodearse de apóstoles, ser apóstol. 
Y saber qué era la virgen, y saber qué era María.

No puedo más de esta curiosidad:


saber
Separar el espíritu del poder.
querer


Saber separar los trucos escenográficos,
el oro del ídolo,
el culto del interés,
y el no poder del no saber.


Saber la clave de mis satisfacciones


Un cerebro solitario 
y un cuerpo 
que es sed de cuerpos. 

Un cerebro conectado 
y un cuerpo 
que se siente desierto.



Mis partículas, de nuevo, alteradas ante mis patrones de gravitación que
 de repente 
cambian.

Leo de vez en cuando el horóscopo de la semana. 
Cruzo los dedos y las manos. Tiro los dados. 
Vuelven los iconos de la infancia tardía y temprana adolescencia. 
¿Llegará alguna vez la adultez plena? 
Una fase más. 
Ya he matado a los dioses falsos del tiempo que se pierde y agota la vida sin sentirla. 
Yerma ya por un tiempo de nuevas realizaciones me pregunto ¿cuándo vendrán los siguientes?, si no me soy capaz de mover, anclada.

Rechazo el pensamiento de grotesca que me hace sentir.
En lugar de empezar pareciera que ya se acaba.
Rechazo la sensación de grotesca que es la cadena lógica que le da sentido.

Esta cascada de frases no tiene final, soy solo yo en círculos, buscando romper para llegar a la espiral que me lleve a la onda que me encierre en un nuevo círculo. 
Esta cascada no tiene fin, así que será mejor que arroje un dique práctico a la corriente mental.


Cierro...


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