Impostora de impertérrito imposte, de imponderable impersonalidad.

Siento que me van a descubrir, siento que me tengo que esconder. Que alguien algún día (quizás, incluso, ahora mismo) me señalará lo fraude que soy.

Mirad, parecía alguien con algo que aportar, pero es solo una niñita mocosa. 

Mirad, parecía un ser humano, pero es un mueble. Una mesilla de noche cateta, una silla incómoda.

Que todos los mensajes de todo el mundo esconden detrás un "Qué ganas de mandarla a tomar por culo ya", "qué ganas de quitármela de encima".

Trato de echarlo fuera, pero me siento así.
Mientras, en mi mente se suceden pensamientos racionales y sentimientos débiles de bienestar, pero están en otro plano.
No es que me quiera sentir mal, no es que me sienta como para sentirme mal, pero me siento.


Aburrible, soncona, gazpachona, ansia, jurrinche, jigona, pujiede, tatana, cervuna, enrea, jarona, pelele.

Es que en este pedazo de tierra solo sabemos mirar lo malo. Llevadme a la Alegría (aunque para siempre lleve ya a otro nombre).