Por la noche.

Creo que alguien de mi edificio está tosiendo las vísceras.
Parece vomitar. Parece que es sangre. Parece que se va a morir.
El patio de luces reverbera y me devuelve el ruido de la contienda amplificado.
En la noche se resaltan los gritos ahogados que se esconden durante el día.
No sé si ahora llora. No sé si es que debería dejar de fumar o es un simple catarro. No sé si me lo invento para tener algo distinto de mí en lo que pensar. No sé si la noche clarifica o emborrona.