De jasjas.

Violéntame, si es verdad que en las venas ruge la carcajada, voraz. Temerosa y temida.
Violéntame, si es mentira que me veo donde no hay reflejo. Violéntame de pies y manos, y boca y lengua.
Estírame hasta que el tiempo se haga ansia y me trepe, y se deshaga. Dentro de mí, o a ti, en la piel de la frontera.

Violéntame que me hace risa. Risa seca, risa vieja. Esa risa que viene a contar más de lo que suena, que declara que ríe por lo que no quiere llorar.
Violéntame, que en las pupilas aúllan de fondo mis hienas alimentando su carne con la mía, pútrida y deshecha.




Comentarios

Entradas populares