Itchy.

No me encuentro -bien- en mi piel, me dice que la mude. Lleva un tiempo susurrando, pero estoy atenta a otras cosas, a otras nadas, y la piel, si no la escuchas, no sabe gritar. Ahora he puesto el oído y el ojo, enteros, a mi disposición, y la siento revolverse encima de mí, hormiguitas por todas partes. ¿Qué quieres?

Dice que se va, que no me aguanta. Me pica, y en lugar de rascar me cambio a más clara, a más oscura. Me pongo purpurina y me saturo los colores. Pero no le gusto, ni ella a mí. Y en cambio, a veces, nos amamos con tanta fuerza que se podría creer que somos una.

Mi piel. Y yo le canto a la dermis, y ella me araña las paredes por dentro, que es tanto lo que contiene que se atora, me chilla, que pare, que es piel, sólo una piel. Que qué va a hacer ella. Me remiendo pidiendo perdón, y ella guarda las uñas y podemos respirar a la vez por un tiempo. Luego los caminos se bifurcan y a ella le nacen ganas.

Y a mí las cadenas de aire que me atrapan a esta t(T)ierra.

Y las ganas de escribirte las historias que tú quieras, que las leas como mejor puedas y que las entiendas como a ti te venga en gana, sin necesidad de preguntar que quise decir, porque tú lo sabías  antes de  que yo lo escribiera. Las ganas de dibujarte los ojos a carboncillo, negros, negros, negros para que los mires y no te veas, opaca, tal como ante mí te representas. Las ganas de cantarte antes de que se vaya el sol, que de noche sólo puedo alzar la voz si me siento sola -aunque no lo esté.

Pero no, no. No me mudo, sigo aquí.
Y mi piel, pegada a mi carne más tierna y a mi grasa más blanda, a toda glándula y a todos mis nervios, mis malditos nervios.
Y mi piel, queriendo irse, sigue persiguiendo otras pieles con el fin de encontrar una alianza que la aleje de mí, llevándome a su vez con ella.
Y mi piel, mi piel se seca.

At some point in my life I decided I would only say that what would be welcomed or celebrated.

So, I spent a life sewing thousands of words to the shadow of the one I would actually spell.

So, I have been making my life turning my back to the life.

So, half of me would never be known nor recognised

as my own

for myself.