Variable pulsating star.

Esa sensación no se repite con frecuencia, el aire en mis pulmones parece pesar más y exhalarlo supone un suplicio. No sé de dónde sale, se cuela de repente, oxidado.  No lo he visto venir -o sí pero he mirado a otro lado- y ya se adentra en mis venas. Es oxígeno contaminado de algo que no sé cómo se llama, es mi cabeza ahogándose un poco. Respiro. Creo que entiendo un poco más, que no es lo mismo que saber más, pero está un poquitito más cerca. Puedo ver como las ideas poco a poco toman forma en uno y tantos más aspectos. La maraña se ve aún emborronada desde cerca, pero intento salirme y tomar perspectiva. Y hay nuevos colores, parece, nuevos oscuros y nuevas luces.

Y me atrevo ingenua a jugar a adivinar, aseverando realidades sólo para terminar de creérmelas. Hay algo pequeño, variable, pulsante. A veces se me retuerce el nudo, y lo veo mermar, pero otras veces crece y me hace crecerme, me impaciento, pero no puedo reternerlo. Respiro. Hoy ya no sé qué es. Araña, y pesa, el aire me quiere encoger el pecho, pero lo hincho con empeño. Mientras, emito señales incongruentes que caen, por lo general, en la nada, y ahí las encierro, como cíclopes en el Tártaro. Sintiendome Gea por parir, Urano por repudiar.


Por ti no quiero hablar, de ti casi no puedo. Cada vez que intento empezar a construir, las palabras, los sentidos, caen como naipes de un castillo deforme, tambaleante, abocadas al fracaso. Dead on arrival. Respiro. Emborrono posibles metas y fallidos escenarios, emborrono itinerarios trazados a puntos.  Me quedo en la salida, pero pisando un poco la línea; sacando un poco la  lengua, pero mirando aterrada. Y desde antes de existir tiempo ya intuía lo que había, en los ojos se ven los problemas, en la risa se oyen las causas. Y en su aire se intuye un remolino que quiere ebullir y desbordar, pero lo guarda dentro, y acaba por incendiarse. Que se calmen las aguas, achicar el líquido inflamable que hay detrás de cuando mira. 

Y Dios dirá.


Comentarios

Entradas populares